la batalla continuo dentro del cerco mágico, unas inmensas estatuas de roca se levantaron y comenzaron a atacar a todo aquello que tuvieran cerca, parecían des-cerebradas, pero tenían sentidos que a pesar de no tener ojos veían y atacaban a cada uno, la mitad de los soldados salieron volando por doquier, el ácido no les afectaba, las flechas tampoco, sin duda que estaban echos de magia y con magia deberían derrotarse.

Badriel: -Oye ARK lanzame lejos- *Ark sin dudar y adulando a su extremada fuerza, tomo del cuello a Bad y lo lanzo como proyectil a aquellos gigantes de roca.

mientras tanto el segundo gigante ataca a Ark pero su Bartros, lo salva empujándolo lejos, en ese minuto que la espada del enemigo estaba sumergida en el suelo, Leribad se sube a ella y recorre el brazo del gigante como si fuese una escalera.

Leribad: -Hey tu imbecil >_

Leribad: -Haz tu mejor ataque desde la cabeza del gigante-

Ambos hechiceros realizaron sus conjuros mas poderosos "storm Gust" y "Meteor storm"

sin duda se veía un espectáculo de artificios desde abajo, pero aquella magia solo debilito a los gigantes de piedra...

Batros: - Tallus aplastemos estas piedras- *ambos guerreros saltaron y con sus espadas atravesaron la roca, pero de pronto la estructura debilitada de estos gigantes se deformo Badriel y Leribad cayeron desde sus cabeza hasta el suelo, Sygnus alcanzo a sujetar a Leribad mientras que Bad dejo un cráter en el suelo.

badriel: ay ay ay- *mientras agradecida Leribad le da un beso a Sygnus y se ríe del desafortunado mago*

Nadie podía creer lo que estaban viendo. ambos gigantes so volvieron de masa, a algo similar a una greda bastante moldeable, estos en segundos se convirtieron en una masa circular y se unieron, atrapando a Batros y Tallius. todos sorprendidos, hasta que escuchamos voces de afuera, que advertían desesperadamente -ESO VA A EXPLOTAR- , nos cubrimos rápidamente, Leribad Creo una barrera de hielo.

Todos vimos cuando Bartros salio lanzado del interior de aquella esfera, Destruye a Syran fueron las ultimas palabras de Tallius, cuando una enorme masa de energía se esparció y aquella masa de greda explotaba intentando asesinarnos a todos los que estábamos en aquella plazoleta.

El enemigo se habia extinguido, una baja tremenda había en el equipo, sentimos como las lagrimas de Ark y bartros caían sin ser expresadas, fue tal la explosión ke la barrera que separaba a los grupos salto lejos pro los aires, y Leribad uso tanta magia para evitar que fueran heridos que cayo desmayada, a su vez badriel también cayo...

badriel: -ahj Maldita inteligente, gracias por salvarnos a todos!- *cayo badriel también al suelo, Leribad había usado un conjuro llamado Soul-link para unir y usar fuerza espiritual de otros, fue tal el uso energético que debió gastar la magia de dos poderosos magos.

Los caballeros de Frontera y los asesinos de la península de la Muerte se unieron al grupo, la verdad que el primer equipo estaba bastante mal herido, y las bajas eran muchas, solo se veía un grupo no mas grande que 15 personas.

Los curanderos de Frontera se dedicaron ha brindar curaciones a todos los heridos, uno de los sacerdotes dijo, "malditos hechiceros"

Sakeel le dijo colocándole una daga en su espalda sin que nadie lo viera, y entre sombras y susurros le dijo -tendrás que salvarlo, no olvides que salvaron su vida y la de todos los presentes, ademas acaso ustedes no usan magia para curar, no me importa de donde provengan la magia si de Dios o del demonio, lo único que se es que estamos juntos en este y tenemos un objetivo común-

el sacerdote se puso pálido y se dio vuelta para encarar al asesino, pero en cuanto se dio vuelta, el asesino y su hermano estaban acarreando heridos en camillas y ayudando a los demás.

Sakeel: -no te kejees Viejo y trabaja- *grito al aire todos pensaron que se lo decía a alguno de sus hombres pero el sacerdote sabia muy bien a quien iba dirigidas esas palabras, rezongando y murmurando accedió a curar a ambos magos.

los que quedaban estaban la mayoría sanados y en buen estado para seguir aquellos que no podían continuar los curarenderos y algunos voluntarios se dedicaron a sacarlos del monte.

Se estaban todos preparando para la gran batalla con el maldito de Syran.